viernes, febrero 03, 2012

El genio de Napoleón



Napoleón Bonaparte ha sido puesto como ejemplo de genio militar. En una tertulia con Javier Jordán, profesor de Ciencia Política salieron las claves de su éxito y de su fracaso. Antes de las guerras bonapartistas (1792-1814) los ejércitos se planteaban pequeños objetivos, se centraban, con todos sus cuerpos, en la misma área territorial y estaban compuestos en muchos casos por hombres que se alistaban para sobrevivir; esto provocaba un control férreo sobre la tropa, sin dejarles dispersarse para alimentarse, usando uniformes militares llamativos para que los desertores fuesen fácilmente localizados.
Con Napoleón las metas del ejercito es mucho más ambiciosa: expandir las ideas de la Ilustración. Además empieza la recluta obligatoria llegando a tener un ejercito de 1.400.000 soldados. Al crecer la disciplina, se les permitía alimentarse a cargo de la población civil. Además los ejércitos, con todos sus cuerpos, estaban en diferentes zonas.
Napoleón fue un genio en cuanto que era capaz, de un golpe de vista, de hacerse cargo de una situación y resolver con rapidez lo que convenía y ejecutar con eficacia lo que decidía.
Sin embargo las claves de fracaso están en que fue un mal estratega. Sus victorias militares no las aprovechó políticamente: pudo llegar a arreglos con sus enemigos sin perder el poder pero no lo hizo y en el momento de su derrota no se le perdonó. Sólo sabía hacer la guerra.
El derecho de los soldados al forrajeo acabó en robos y violaciones que hicieron impopular al ejercito napoleónico, fomentando la insurrección.
Otra clave de su fracaso final fue la duración de sus guerras que permitieron a sus oponentes descubrir sus tácticas y emularlas.

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